Por Miguel Fernando Moreno* || @mifemo2
Es común escuchar durante la infancia la famosa fábula de la hormiga, destacada por trabajar durante el verano recolectando provisiones y así se prepara para la época de invierno, asegurando su supervivencia en tiempo de escases. Aunque el cerebro de la hormiga representa el 6% de su tamaño corporal, es tres veces mayor que el del hombre; sorprende la capacidad y disciplina que tienen para reservar alimento “planeando” el futuro, esto marca una gran diferencia con muchos hombres y mujeres que viven en una burbuja en el espacio y en el tiempo, casi en un presente eterno. Algunas preguntas que normalmente no se plantean en la cotidianidad, servirán de termostato para determinar cuáles son nuestras reservas para el futuro. ¿Qué pasaría si te despidieran del trabajo? ¿No logras ubicarte laboralmente por varios meses? ¿Tú o algún integrante de la familia se enferma? ¿Sufres un accidente? Ahora bien, en el caso de tener un negocio y este, ¿no genera la rentabilidad esperada? ¿Se pierde un envío con mercancía? ¿Se presenta una oportunidad de negocio interesante? O al momento de retirarte como sucede en muchos casos ¿el plan de jubilación no corresponde con tus gastos?, ¿tendrías la disponibilidad de dinero ahorrada para suplir alguna de las anteriores eventualidades? Mucho se habla del ahorro y sus beneficios, pero realmente ¿cuáles son los factores que inciden para no tomar acción ante este hábito financiero? Más allá del salario, ingresos, gastos y deudas, las personas no ahorran por falta de conocimiento, si bien poseemos saberes específicos o destrezas para generar dinero por medio de nuestro trabajo, no todos poseen la conciencia de cómo administrarlo. Ante esta situación, algunas personas piensan que si no les alcanza para solventar sus gastos, mucho menos para ahorrar; otros consideran que el fruto del esfuerzo es para disfrutarlo y no para guardarlo, sin duda hay quienes viven al día a día y descuidan sus finanzas; estos pensamientos de corto plazo o de inmediatez limitan una verdadera capitalización. Algunas estrategias puntuales para lograr un ahorro real son:
Definitivamente en la vida nunca habrá un mejor momento para empezar que ahora. Es tiempo de administrar el capital y hacer del ahorro una realidad financiera, tomar acción es lo que diferencia a los soñadores de los realizadores, sin darse cuenta el ahorro en poco tiempo se convertirá más que un salvavidas, en un hábito y se trasformará en una fuente de inversión en el mediano y largo plazo que le permitirá multiplicar el dinero, de lo contrario seguirá siendo la arena que se escapa entre los dedos cada quince días. * Magister en Comunicación – Educación Docente, inversionista y Empresario Nota IFI: mide tus decisiones financieras, no te dejes seducir amigo docente, si sacas un crédito dale un buen uso. Se austero en tus gastos. |
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